
La rinitis alérgica, también llamada «fiebre del heno», es una de las formas más comunes de alergia.
Los síntomas de alergia específicos de la primavera son:
- abundantes secreciones nasales
- estornudos frecuentes
- picazón en los ojos y oídos
- una sensación permanente de presión en los senos nasales
- insomnio y agotamiento.
La rinitis alérgica se confunde fácilmente con un resfriado, siendo las dos condiciones casi idénticas.
Pero estas son enfermedades completamente diferentes. El resfriado es causado por virus y no dura más de 5-7 días, mientras que la rinitis alérgica es una reacción a algunas sustancias en el aire.

En relación al polen y al polvo, el sistema inmunológico, considerando que tiene que ver con algunos intrusos, provoca una descarga de histamina, que genera los síntomas descritos anteriormente.
Además, las personas con rinitis alérgica también tienen un mayor riesgo de asma, sinusitis o dermatitis.
La ortiga previene y trata la rinitis alérgica.
Según un estudio clínico realizado en un instituto en Portland, Oregon, Estados Unidos, las hojas de ortiga (Urtica dioica) previenen y tratan la rinitis alérgica.

No menos del 58% de los pacientes tratados con hojas de ortiga encontraron:
- disminuir la inflamación de la mucosa nasal;
- reducción de la congestión nasal, catarro;
- alivio respiratorio;
- la desaparición de otros síntomas de alergia, como picor, ojos llorosos, etc.
Cura de ortiga para la rinitis alérgica

Se administra (sublingualmente) 1 cucharadita de polvo de hoja de ortiga 4 veces al día, para la profilaxis de la rinitis alérgica, y 1 cucharadita, 6 veces al día, contra la rinitis aguda.
Una cura interna con ortiga dura 90 días y se puede reanudar después de un descanso de 2-3 semanas.
Polvo de ortiga
La parte aérea de la ortiga se muele lo más finamente posible con un molinillo de café eléctrico.

El polvo de ortiga se almacena en frascos de vidrio herméticos, en lugares oscuros y fríos, durante un máximo de 4 semanas, ya que algunos de los principios activos de la ortiga se oxidan con el tiempo.
Se administra en ayunas.
Observación
Las ortigas frescas están contraindicadas en personas con trombosis, posiblemente bajo medicación, porque el alto contenido de vitamina K de esta planta provoca un aumento en la tasa de coagulación. La ortiga seca se puede administrar sin miedo en estas condiciones.
